La espiritualidad marista, arraigada en la tradición transmitida por San Marcelino Champagnat, se vive de manera vibrante en el colegio Manuel Antonio Ramírez Barinaga. Siguiendo el ejemplo de María, los primeros Hermanos Maristas aprendieron que ese camino era seguro para centrar sus vidas en el Señor.
Esta espiritualidad encarnada surge de la experiencia personal de Marcelino, quien se sintió amado por Jesús y llamado por María. La espiritualidad marista se centra en Jesús y se caracteriza por su devoción mariana y su impulso apostólico.
Como Maristas de estos nuevos tiempos, nos corresponde encarnar esta espiritualidad en el aquí y ahora, en las diferentes culturas y situaciones donde los Maristas están presentes.
En el colegio, cultivamos la espiritualidad a través de momentos de oración con los niños al comenzar nuestras actividades diarias, la recitación del Ángelus en el mes de mayo y las oraciones ante el Santísimo Sacramento minutos antes de comenzar las clases. Estos espacios brindan a los niños la oportunidad de conectar con la oración.
En definitiva, todo lo hacemos a Jesús por María, buscando vivir la espiritualidad marista en cada aspecto de nuestra vida en el Colegio Manuel Antonio Ramírez Barinaga.
#MaristaSanJuan
