Nosotros
PALABRAS DE NUESTRO DIRECTOR
Estimada familia del colegio Manuel Antonio Ramírez Barinaga.
Desde el primer día de nuestra labor tenemos el compromiso de ser fieles a las intuiciones de San Marcelino y la sustentabilidad de su sueño.
Nuestra obra Marista tiene como propósito dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar, formando buenos cristianos y virtuosos ciudadanos, a través de un proyecto educativo humanizador, innovador y audaz.
Nuestro proyecto educativo está inmerso en una cultura de mejora continua en tordas las áreas de nuestra organización para ofrecer una educación evangelizadora de calidad.
En medio de una crisis global sanitaria sin precedentes, damos respuestas educativas significativas presentada en nuestras condiciones pedagógicas. Además:
- La capacitación continua es nuestra característica.
- Todas las áreas cuentan con proyectos innovadores en Inicial, Primaria y Secundaria.
- Velamos por la defensa de los derechos de los niños, el acompañamiento, la inclusión.
- Contamos con espacios de participación y celebración de la fe en clave de solidaridad.
- Invertimos en tecnología necesaria para el proceso educativo y comunicacional.
- Formamos parte de la familia Marista Global, con más de 200 años de experiencia, con renovado empeño por educar y evangelizar a los estudiantes que la providencia nos envía.
- En los Sagrados Corazones de Jesús, María, José y Champagnat.
Hno. Alonso
NUESTRA HISTORIA
Misión
Somos una comunidad educativa Marista que damos a conocer a Jesucristo y lo hacemos amar, con una presencia significativa entre los niños y jóvenes, preferentemente los más vulnerables. Formamos buenos cristianos y virtuosos ciudadanos a través de una educación integral de calidad, contribuyendo en la transformación de una sociedad más justa, solidaria, fraterna e inclusiva.
Visión
Al 2025, nos proponemos ser una comunidad educativa Marista que da a conocer a Jesucristo y lo hace amar; con un Proyecto Educativo humanizador, innovador, audaz e inclusivo, que responda con eficacia a las llamadas de los niños y jóvenes, de sus familias y de la sociedad.
Valores Institucionales
Interioridad
Cultivamos nuestra interioridad, ámbito de encuentro e intimidad con nosotros mismos y con Dios, a través del silencio interior, la oración, la escucha y reflexión de la Palabra de Dios y acontecimientos de la vida, y la celebración de los sacramentos; tomando como ejemplo a María, nuestra Buena Madre.
Sencillez
Vivimos la sencillez en todas nuestras acciones, haciendo el bien sin ruido, evitando la figuración personal, el consumismo y la ostentación. La manifestamos a través de una relación auténtica y directa con los demás; siendo honestos con nosotros mismos, con nuestro entorno y con Dios.
Amor al Trabajo
Cuidamos de hacer bien el trabajo encomendado, comprometidos en realizarlo con generosidad de corazón y perseverancia; esforzándonos por ser cada día mejores, con adecuada disposición, espíritu colaborativo y siempre al servicio de los demás.
Espíritu de familia
Promovemos relaciones horizontales y fraternas que nacen del sabernos hijos de un Padre común, se enriquecen por el reconocimiento y valoración de nuestra diversidad que nos impulsan a vivir nuestra fe y nuestra misión evidenciando amor y perdón, ayuda y apoyo, olvido de sí, apertura a los demás, y alegría.
Solidaridad
Orientamos nuestros esfuerzos y dedicación en la búsqueda y realización de acciones concretas por los más necesitados y vulnerables de nuestras comunidades y emprendemos caminos evangélicos para trabajar en la promoción y la defensa de los derechos de los niños, niñas y adolescentes a nivel local, nacional e internacional.
Protagonismo del estudiante
El estudiante es el sentido de nuestro ser y quehacer educativo, protagonista de su propia formación. Cultivamos su autonomía, autoestima y participación activa en el proceso enseñanza-aprendizaje. Inspirados en la Pedagogía Marista, cuidamos no solo su formación intelectual, sino también su desarrollo físico, espiritual, moral, artístico y psicológico.
Ciudadanía y familia global
Entendemos la ciudadanía como el reconocimiento y la comprensión de los derechos fundamentales de la persona, que todo ser humano debe desarrollar, cultivando valores éticos. Ser buenos ciudadanos implica asumirnos como sujetos de derechos y deberes; orientarnos hacia el logro del bien común, la promoción de una sociedad pluralista, dialógica, democrática, intercultural, universal; buscar la felicidad para todos.
Competencia y ciudadanía digital
Desarrollamos, creativamente, las competencias que se requieren para la realidad digital que vivimos. Así, favorecemos y/o complementamos el autoaprendizaje y la autogestión, al servicio de la educación en las modalidades presencial, semipresencial y virtual, en el marco de los valores de inclusión, respeto, equidad, tolerancia y trabajo colaborativo.
Cuidado de la casa común
Cultivamos la reflexión y puesta en acción de estrategias y actividades que contribuyan al cuidado de la casa común, a fomentar una cultura ecológica y ambiental, ética y sostenible, que se manifiesta en el compromiso social, la sobriedad de vida opuesta al consumismo, el cuidado de las personas y de la naturaleza dentro y fuera de las obras. Asimismo, promovemos y nos adherimos a los proyectos que favorecen una ecología integral.